un asesino invisible!

Aunque la percepción general de las artes marciales las circunscribe a un grupo de técnicas usadas para luchar o pelear contra un oponente, en realidad, estas milenarias artes son mucho mas que solo golpes, gritos, brincos y patadas.

Las artes marciales son en realidad una forma de vida que busca cultivar el balance de nuestro ser integral, porque mientras preparamos nuestro cuerpo físicamente, vamos formando nuestra mente y fortaleciendo nuestro espíritu.

Obviamente, mientras aprendemos vamos utilizando grupos musculares que quizás ni siquiera sabíamos de su existencia. Conforme vamos avanzando en nuestro aprendizaje logramos una coordinación muscular y respiratoria de muy alto nivel. Así mismo, nuestro cerebro realiza actividades que requieren de nuevas conexiones neuronales y liberando hormonas que nos producen calma y sensación de satisfacción. Cada aprendizaje de nuevas técnicas, al ir evolucionando en la sofisticación del movimiento y de sus diferentes combinaciones produce constantemente nuevas sinapsis químicas y eléctricas, conectando las neuronas y las demás células de nuestro cuerpo, creando armonía en nuestro movimiento y nuestro pensamiento.

Ciertamente, se cree que las artes marciales se crearon como un arte de guerra, sin embargo, también tienen un aspecto diferente que busca la salud y longevidad del practicante. Independientemente de la forma o estilo que practiquemos, podemos buscar la manera de enfocar nuestro movimiento hacia la defensa personal y también hacia la paz externa e interna, dejando a un lado los pensamientos de luchas, victorias y derrotas.

En la actualidad existe un asesino invisible que acosa a la humanidad casi en su totalidad; este enemigo se esconde detrás de cada actividad del hombre moderno, se esconde en el trabajo diario, en el transporte, en cada reloj de pared o de muñeca, en cada dispositivo de comunicación, e incluso en cada presupuesto familiar. El nombre de tan terrible acechador es “STRESS”.

la definición de stress puede variar y mucho, pero para formarnos una idea conforme al tema que nos concierne en esta oportunidad digamos que El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso. El estrés es la reacción de su cuerpo a un desafío o demanda. En pequeños episodios el estrés puede ser positivo, como cuando le ayuda a evitar el peligro o cumplir con una fecha límite. Pero cuando el estrés dura mucho tiempo, puede dañar su salud.

Su cuerpo reacciona ante el estrés al liberar hormonas. Estas hormonas hacen que su cerebro esté más alerta, causar que sus músculos se tensionen y aumentar su pulso. A corto plazo, estas reacciones son buenas porque pueden ayudarle a manejar la situación que causa el estrés. Esta es la manera en que su cuerpo se protege a sí mismo.

Cuando se padece de stress crónico, el cuerpo se mantiene alerta incluso cuando no hay peligro, ni se corre riesgo alguno. Esto puede acarrearnos problemas de salud como: Presión arterial alta o baja, Insuficiencia cardíaca, Diabetes, Obesidad, Depresión o ansiedad, Problemas de la piel, como acné o eczema, problemas menstruales.

La práctica del arte marcial nos ayuda primeramente a aprender a reconocer y superar esos momentos en los que nos podemos ver abrumados por la presión, acostumbrándonos a reaccionar de manera apropiada, manteniendo la calma y el enfoque para buscar las soluciones o las formas de aliviar esa tensión, buscando alcanzar mejores resultados con el menor esfuerzo posible.

En cada práctica vamos cultivando el desarrollo de pensamiento, de reflejos, de reacción positiva, muscular, visual, auditivo, nervioso, y de muchas cosas más. Ahora bien, es obvio que, para poder desarrollar nuestro ser integral a través de estas artes milenarias, no basta con un coach deportivo, no basta con un instructor de poca monta o poca experiencia, es necesario ser guiados por un profesional que tenga la experiencia y la guía de verdaderos maestros que han dedicado su vida y la siguen dedicando a un desarrollo completo. No es únicamente una cuestión de ejercicio físico, debe ir coordinada con los demás aspectos de nuestro ser y nuestro diario vivir.

Cada una de nuestras escuelas certificadas, cuenta con instructores profesionales que están en constante evaluación y supervisión internacional, de la mano de maestros auténticos empezando por nuestro director que tiene más de cuatro décadas de aprendizaje constante y más de tres décadas dedicadas a la enseñanza profesional.

Cada instructor está capacitado no solo a enseñar defensa personal, sino a adaptar el arte marcial a las necesidades de cada uno de nuestros alumnos, estando conscientes de que la enseñanza y cada sesión de reentrenamiento requiere de una adaptación a cada individuo que participe en ellas.

Cuando decidas aprender artes marciales, debes tener en cuenta que no se trata de algo deportivo únicamente, hay todo un mundo de beneficios que vale la pena explorar y experimentar. Busca un instructor que tenga la experiencia y el conocimiento que te pueda guiar en este viaje que seguramente se convertirá en una nueva forma de vivir.